¿Cómo ser un poquito más feliz trabajando (o estudiando) desde casa? – parte II

Párate y muévete

No tienes que levantarte a las 6 de la mañana todos los días a correr media maratón si no quieres, pero considera que antes caminabas a tomar la combi, o al menos salías a la puerta del edificio a tomar el taxi, o caminabas del estacionamiento a la oficina. Todas esas subidas y bajadas de escaleras para llegar de un pabellón de la universidad a otro, o esa corrida a lo Usain Bolt porque veías que el Metropolitano/Tren/La Covid/El corredor rojo/morado/(inserte acá cualquier otro medio de transporte) te iba a dejar y no querías quedarte esperando en el paradero, o la caminata de dos cuadras para llegar al menú de la esquina, ya no están. Ahora solo vas de tu cama a tu escritorio, de tu escritorio a tu cama y eventualmente a la cocina.

Los estudios que demuestran los beneficios de hacer ejercicios son tantos que no vale la pena citarlos acá. Solo basta con escribir «beneficios de hacer deporte» en Google y aparecerán millones de páginas. Pero, en mi humilde opinión, los más importantes son dos i) la liberación de endorfinas, ii) la salud física.

¿Recuerdas esas dos horas que pasabas sentado (con suerte) en la combi camino a la universidad/oficina/donde sea que tenías que ir? Aprovecha que ya no existe y tómate al menos media hora al día para moverte. Busca lo que te guste. Si odias salir a correr, no corras, baila. Detestas bailar? Haz yoga! ¿no es para ti? ¿Ya probaste el functional training? Mucho esfuerzo? Sal a caminar! Existe una multitud de tipos de ejercicio que puedes hacer y para los que no necesitas un gimnasio. Prueba buscando videos en YouTube, seguro encuentras algún tipo de ejercicio que se acomode a ti. Busca que ese sea tu momento de desconexión diaria. Con una linea cada vez más invisible entre el trabajo y el hogar, necesitamos esos momentos solo para nosotros.

Además, no olvides la importancia de tomar pequeños breaks para pararte y estirarte. Si en la oficina te daba roche que te vean estirándote de la nada, aprovecha que ya nadie te ve! Aquí puedes ver algunos para hacer desde tu escritorio. Y procura pararte por un vaso con agua o solo estirar las piernas cada 45 minutos.

Adopta una planta

Son múltiples los beneficios mentales del contacto con el mundo natural: reducir la presión arterial, la ansiedad, el estrés y la rumia (repasar sin cesar los mismos pensamientos) mientras se mejora la atención, la memoria y el sueño. Sabemos que ya es complicado encontrar áreas verdes en Lima y evidentemente, en una situación como la actual es más difícil escapar de la ciudad en búsqueda de un poco de naturaleza. Pero algo tan sencillo como llevar plantas o incluso otros objetos e imágenes naturales al espacio de trabajo de nuestro hogar puede tener un impacto positivo significativo.

La Dra. Ratcliffe explica la teoría de la restauración de la atención y cómo mirar objetos naturales puede darle a nuestro cerebro un descanso, o una serie de ‘micro-descansos’ del enfoque. Las platas captan nuestra atención, pero no de una manera exigente o sobreestimulante. Por otro lado, el asociar la naturaleza con la recreación y la relajación nos ayuda a mejorar nuestro estado de ánimo.

No tienes que tener un árbol gigante en tu casa para empezar a gozar de estos beneficios. Basta con una pequeña plantita. Vas a ver cómo alegra tus días

Contacto con distanciamiento

Es importante que si te sientes disconforme con trabajar desde casa y extrañes la oficina, identifiques qué es lo que más extrañas y busques maneras de compensarlo. Lo primero en la lista, para muchas personas, es el contacto social. Ese compartir día a día con los compañeros de oficina. Desde ir por un café juntos, compartir el almuerzo, los after office o incluso pedir que alguien te preste el cargador de celular porque a ti se te olvidaba (no puedo haber sido la única que vivía gorreando cargadores). Todas esas interacciones, de un día al otro, desaparecieron. Y es normal que las extrañemos. Y aunque tengamos reuniones casi todos los días por Zoom, Meets, Teams o cualquier otra plataforma virtual que utilices, sabemos que no son lo suficiente.

Mucho depende del tipo de personalidad que tengas. Pero, te entiendo, extrañas el contacto con otro ser humano. ¿Cómo podemos hacer entonces para lograr estar fisicamente distanciados más no socialmente? Empieza por usar Zoom para algo más que solo hablar de chamba. Los speed greeting son una opción excelente para tener esas interacciones cortas con alguien. O entrar un poco antes de una reunión a conversar sobre cualquier otro tema, o quedarse un poquito después hablando hasta del clima. O llama a alguien, de la manera old school, marca su número en tu celular y hablen por horas. Y, si puedes, sal a montar bici con amigos, a caminar o a hacer deporte al aire libre, o hacer un picnic en el parque cerca a casa. Procura acudir a espacios ventilados y no te reúnas con mucha gente al mismo tiempo. Mantén siempre tu distancia y usa mascarilla. No tenemos porqué estar pegados en un espacio cerrado para compartir. Es importante no bajar la guardia y descuidarnos, pero manteniendo nuestra distancia y tomando las precauciones necesarias, podemos compartir un momento agradable en compañía de alguien más.

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